29 junio, 2006

La confianza en el ser humano (Belen Gopegui)

Si yo quisiera permanecer en casa, viendo pasar por la televisión cadáveres de miles de personas que no son mis enemigos. Si quisiera esperar hasta que un día el agua de los barrios marginales de Madrid salga marrón del grifo, y contaminada, y haya que poner verjas como las de Melilla en las calles del centro. Si no me importaran nada el futuro, ni el presente, ni la justicia, ni el frío ni morirse, entonces sé bien qué haría con este libro: Miraría el índice, hojearía un par de capítulos, buscaría dos o tres frases normales y corrientes que, a ser posible, no me gustaran y volvería a cerrarlo, y no tardaría ni dos segundos en convencerme a mí misma de que ya lo había leído.

Si yo creyera que Fidel Castro es un loco, un maniático, un hipnotizador de multitudes y la revolución cubana un espejismo que en realidad no existe, cuatro generaciones y los famosos logros y las personas que han estudiado allí y todo lo que se ha hecho pero también todo lo que ese país no ha hecho, lo que no ha traicionado, las causas que no vendido, los principios que no ha pisoteado, si yo creyera que todo eso es en realidad fruto de los delirios de un solo hombre, de un ogro, por mejor decir, entonces también sé lo que haría con este libro. Sacaría tres frases de contexto, buscaría un error, elegiría una anécdota que me hubiera chocado y resumiría las seiscientas páginas del libro en esas tres frases, ese error, esa anécdota chocante, y tampoco me costaría nada convencerme a mí misma de que ya lo había leído. (Presentación completa)
(Belén Gopegui, en la presentación del nuevo y polémico libro de Ignacio Ramonet: "Fidel Castro, Biografía a dos voces" ) “Yo parto de una confianza grande en que este ser humano, con todos sus defectos y limitaciones, tiene capacidades suficientes para preservarse y tiene inteligencia suficiente para mejorarse. Yo, si no creyera eso, no lucharía" . Cita de F.Castro

II Foro Mundial Social de las Migraciones. Rivas. Madrid

Ser ciudadan@ no debería entenderse como un privilegio que genera diferentes castas entre los habitantes de un mismo país; por el contrario, ser ciudadan@ es un derecho de cualquier persona que viva y conviva en un territorio de manera permanente, independiente de su nacionalidad o su origen. Este fue el tema de la sesión plenaria “Por un mundo abierto, ciudadanía universal”.

Los inmigrantes obtienen permisos de residencia más no gozan del derecho a ser sujetos participativos. Y además de ellos, existe un número indeterminado de seres humanos que no gozan ni de protección como residentes, ni mucho menos como ciudadanos, a pesar de encontrarse inmersos en las comunidades de acogida a las que pertenecen. Ver , por ejemplo, en
Rebelión
En la página oficial del II Foro Mundial Social de las Migraciones ver declaración final.